Los representantes de ambos sindicatos han reclamado a la Administración que vele porque, aunque los bancos sean empresas privadas, a su entender, «prestan el servicio público» de atender a sus clientes que «están obligados a tener cuentas bancarias», para gestiones como el cobro de las pensiones o el pago de recibos.
Así, el secretario de la Unión de Jubilados y Pensionistas de UGT, Pedro Berruezo, ha reivindicado que se redacte una ley de personas mayores para «impedir» que se preste un servicio que ha calificado de «indecente» por parte los bancos.
El secretario de comunicación de la Federación de Jubilados y Pensionistas de CCOO Baleares, Juan Sánchez, ha alertado de la «desprotección» que sienten los mayores o personas con movilidad reducida, que no pueden acceder a la atención bancaria por «el simple hecho de no haber podido estudiar o no dominar las nuevas tecnologías.
Así, ha criticado la «discriminación» y el «maltrato» que se da a los mayores, a los que se les trata como «inútiles» o personas «desechables» y tienen que recurrir a sus hijos o nietos para gestionar sus cuentas pese a «estar en plenas facultades mentales».
Sánchez ha aseverado que en Mallorca hay pueblos y barrios «abandonados» por el cierre de oficinas bancarias, al tiempo que ha señalado que las personas que quieren hacer alguna gestión presencial deben recorrer largas distancias por zonas poco seguras.

Como solución, ha mencionado el caso de las oficinas itinerantes que existen en determinadas zonas de España pero de las que «no tienen constancia» en la isla.
El secretario general de la misma federación sindical, Mateu Bosch, ha expuesto algunos datos del sector bancario a nivel estatal como los 32.000 millones de euros de beneficios netos en 2024 con unas previsiones para 2025 «aún mejores».
Esto sin embargo, lo ha contrapuesto a la destrucción de unos 90.000 puestos de trabajo o al cierre de 19.000 oficinas en la última década, lo que ha dejado a España con un número de oficinas parecido al de 1976.
Por este motivo, ha recriminado que, aunque los bancos tienen «más beneficios, tienen menos personal, se continúa con el cierre de sucursales y tampoco se bajan las comisiones».
Berruezo ha explicado que las personas mayores son «reacias» a hacer gestiones bancarias por la vía electrónica por ser «objeto de estafas» y ha incidido en que, con el cierre de oficinas, tienen que «esperar más tiempo que antes» para ser atendidos, por lo que ha pedido a las entidades que presten un servicio «como corresponde».











